Manejo sustentable del agua

El agua es un recurso imprescindible para la vida y para el funcionamiento de los ecosistemas. Los seres humanos utilizamos el agua de acuerdo a nuestras necesidades y en su aprovechamiento introducimos ciertos cambios en el ciclo hidrológico. Estos cambios afectan tanto la disponibilidad como la calidad del agua.

Particularmente para el agua, la sustentabilidad implica satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer el derecho de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades. Para lograrlo, es necesaria la solidaridad y cooperación de todos los actores que estamos involucrados, con distinto grado de participación y de responsabilidad, en la gestión del agua.

El manejo sustentable del agua es un desafío en el que se requiere la participación efectiva de la sociedad y del Estado en sus distintos niveles para tomar decisiones bajo una visión compartida y así lograr equidad en el uso del recurso hídrico. Sabemos que no es una tarea fácil, porque implica cambios en nuestras acciones cotidianas y en la gobernabilidad del agua, pero debemos encaminarnos hacia ese objetivo.

Todos somos responsables del cuidado de este preciado recurso. El agua es el componente más abundante del planeta Tierra y se puede encontrar en diferentes estados: líquido, gaseoso o sólido. El 70% de la superficie está cubierta con agua pero en su mayoría por océanos y menos del 1% es agua disponible para consumo humano. Por eso es tan importante evitar la contaminación del agua. Además el agua contaminada es un factor de riesgo porque a través de ella se pueden transmitir enfermedades como hepatitis, cólera, malaria, dengue y diarreas, por ejemplo.

El cuidado del agua es una responsabilidad compartida socialmente y desde cada hogar se puede contribuir con simples prácticas de consumo eficiente para que las futuras generaciones puedan contar con este recurso indispensable para la vida:

 ¿Qué se puede hacer desde casa?

  • Cerrar las canillas durante el cepillado de dientes, en lugar de dejar correr el agua.
  • No dejar goteando las canillas.
  • Usar los baldes para lavar los autos en lugar de la manguera.
  • Hacer duchas más cortas.
  • Reciclar el agua de la pileta para regar las plantas o baldear la vereda.
  • Regar las plantas justo antes del ocaso para evitar que se evapore el agua con el sol.
  • Explicarle a los niños sobre la importancia del agua para la vida y de que se trata de un bien escaso.
  • Aprovechar muy bien cada lavado de ropa, no es conveniente hacer un lavado por tres prendas.

¡Te invitamos a poner en práctica estas medidas, cuidemos entre todos el agua!

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