Martin Samame ingresó a la empresa a través del programa de Jóvenes profesionales. Trabaja desde 2013, en el área de mantenimiento. Actualmente es Responsable de Automatización.
En el contexto del cuidado del medio ambiente, se decidió a fabricar una estufa solar para su hogar. En esta nota nos cuenta cómo la realizó y su funcionamiento.
El proyecto se inició buscando aprovechar la energía del sol para calefaccionar un ambiente de la casa.
Pensó en un prototipo de circulación cerrada de aire (foto 1): mediante un agujero ubicado en la parte baja de la pared se obtiene del interior del ambiente aire frío; éste ingresa al equipo y es devuelto (luego de atravesar la estufa solar) en la parte alta de la pared. Toda esta circulación es forzada por medio de 2 pequeños ventiladores ubicados a la entrada y salida del equipo.
Como punto extra y colaborando con la disminución de generación de basura; casi todos los materiales empleados en el proyecto son residuos domiciliarios (foto 2): latas de cerveza, botellas PET de soda y cajas de TetraPak de leche. Para la estructura fueron utilizadas maderas de pallets.
Si bien se logró un salto térmico de aproximadamente 7 grados centígrados; el caudal de aire no es suficiente para climatizar el interior del ambiente.
Las conclusiones de esta primera prueba (prototipo 1) son muy prometedoras. Si bien el equipo funciona, es pequeño y para lograr aclimatar la habitación es necesario aumentar el caudal de aire (cantidad de latas). También es preciso mejorar las aislaciones térmicas (mantener la temperatura dentro de las botellas) y suavizar el flujo de aire (evitando turbulencias y estrangulaciones).
¡Desde Taranto fomentamos y aplaudimos este tipo de iniciativas!
¡Muchas gracias Martín por compartir tu experiencia!